Desde tiempos muy antiguos, las diferentes culturas étnicas derivadas de la Religión Universal , no revelaban la Gran Verdad sino a los elementos mejor preparados; esta centralización del conocimiento, desde la más alta antigüedad hasta nuestra época, ha quedado en el secreto más profundo de algunos Iniciados.
Es cierto que para abordarlo se necesita una seria preparación espiritual, moral y filosófica.
Toda transmisión Iniciática procede, más o menos directamente de los Centros Espirituales, unidos ellos mismos al Centro Supremo, el cual contiene el depósito de la Tradición Primordial.
En el Zohar ( tomo VI pag. 97) Se lee la Expresión
“La luz que está en el interior es misteriosa y ahí reside Aquel que no se manifiesta ni se revela. Todas las lámparas están aclaradas por el Anciano Sagrado, el Misterioso de los Misteriosos, la Lámpara Suprema y no revelada”.
El Tetragramatón es el símbolo al que los antiguos sabios rendían admiración y respeto pues, al interpretarlo, les permitía salir del Universo visible y entrar en lo absoluto; no solamente encontrarían en él el principio de las ciencias, la ley de los seres y su modo de evolución, sino también la razón de las religiones diversas y de su unidad suprema. Era verdaderamente la clave universal. De ahí el entusiasmo con que los Pitagóricos juraban por aquel gran símbolo:
“ Yo juro por aquel que grabó en nuestros pechos
La TETRADA Sagrada , inmenso y puro símbolo,
Fuente de la Natura , modelo de los Dioses”.
El tetragrama célebre es el nombre de Dios formado por cuatro letras del idioma Atlante, osea el sánscrito:
RHAT. Con la cual los Atlantes formaron la expresión:
EL TODO, indicación del PADRE ETERNO.
LA ESTRELLA DE CINCO PUNTAS. En la gráfica caracteriza al hombre con los brazos extendidos y las piernas separadas, está en pie, es decir traza una línea vertical que simboliza la acción; su postura indica la verticalidad del ser humano, alejado ya de la mera horizontalidad.
En el plano físico, representa al hombre en cuanto ser destinado a elevarse en una lógica evolución consecuentemente superior y perpetua, como manifestación de sus facultades físicas, intelectuales y espirituales.
En el plano intelectual constituye la UNIDAD y comienzo de la acción.
En el plano espiritual la estrella de cinco puntas representa el ENTE ABSOLUTO que todo lo contiene en sí y del que irradian todas las demás posibilidades contingentes derivadas de su naturaleza primigenia y esencial.
La Estrella , junto con el número cinco, es el símbolo del HIJO DEL HOMBRE y representación del Principio Creador, que reúne en sí las cualidades de: ENERGÍA , HABILIDAD , DIPLOMACIA , ASTUCIA , VOLUNTAD, y PODER.
Observemos, por tanto, como regla a seguir, que nadie puede hacerse con el propio Poder , con el dominio sobre uno mismo, sin reunir las cinco cualidades mencionadas: pues ser dominador de uno mismo (tener el poder) se requieren habilidad , energía , diplomacia , astucia ( para tratar en el mundo que nos rodea) y voluntad constantemente dirigida hacia un único objetivo, lo cual no es otra cosa que la incesante paciencia ejercida a diario.
En (Mateo,24. 30) se lee: “Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre; y entonces se golpearán el pecho todas las razas de la tierra y verán al Hijo del Hombre venir sobre las nubes del cielo con gran poder y gloria. Él enviará a sus ángeles con sonora trompeta, y reunirá de los cuatro vientos a sus elegidos desde un extremo de los cielos hasta el otro”.
EL CIRCULO EXTERIOR: Es una serpiente que se muerde la cola, símbolo de la serpiente Ouruburos y, al mismo tiempo de la Eternidad y el eterno retorno al comienzo original.
EL CETRO DE ORO: Es el emblema de la autoridad y el mando; por hallarse en sentido vertical, significa la aspiración a que debe tender el ser humano a fin de alcanzar la sabiduría, la ciencia y la fuerza que de ambos se deriva, utilizándola para servir al bien propio y común. A su vez, el cetro señala hacia abajo, recordando que la misión del hombre es reinar en el mundo material, en la tierra, para que los frutos de ésta estén a su servicio, si bien reflejando en la vida terrestre la voluntad del Creador, y persistiendo en hacer el bien y oponerse al mal.
LA COPA: O matraz de los alquimistas, donde están las mixturas o componentes de las diversas pasiones humanas, igualmente aptas para la felicidad o el infortunio del hombre. Solamente el hombre equilibrado en el plano espiritual, intelectual y físico puede combinar sus pasiones en beneficio de su evolución perpetua y la de sus semejantes. La combinación de las pasiones que nos dominan puede hacernos infelices; sin embargo, si somos nosotros quienes las dominamos, o si sabemos dirigirlas inteligentemente, puede transformarnos de esclavos en señores de nosotros mismos.
LA ESPADA: Simboliza el trabajo, la lucha que vence los obstáculos y supera las pruebas que el dolor nos infiere. Esta espada que se forja en el yunque de la existencia, y su filo es tanto más agudo y duro su metal, cuanto con mayor entereza se han soportado los golpes del martillo de la vida.
LA MONEDA: Es la cara de una moneda acuñada (el sello de Salomón) con la estrella de David (de seis puntas); cuyo significado es “Como es arriba, así es abajo”. Según el Principio Universal de la Sabiduría Hermética.
LAS DOS SERPIENTES: entrelazadas alrededor de la columna vertebral, el águila de la transmutación es en resumen los símbolos ya conocidos por el Adepto.
En general, en el Tetragramatón; se simboliza todo el conocimiento oculto que el iniciado puede llegar a conocer.
Es necesario hacer referencia a los demás símbolos ubicados sobre la estrella de cinco puntas.
“Dichoso quién atravesó los Misterios.
Él conoce la fuente y el fin de la vida”
Píndaro.
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