EL GRAN ARCANO

Muy significativa la expresión latina IN HOC SIGNO VINCES (Con este signo vencerás), colocada bajo la gráfica del Gran Arcano. De la Biblia (Éxodo, 4. 3-4) es de donde se ha tomado la importante base del símbolo: la moral filosófica reposa, ante todo, en el acto de transformar lo inorgánico en orgánico y, por extensión, lo inmaterial en material y lo subjetivo en objetivo.

Esto equivale a decir que las Leyes Naturales (Ley Divina) no deben quedarse en estado de proyectos; las lecciones obtenidas de los Maestros deben ser puestas en practica en la vida diaria.

En este símbolo encontramos, también, las dos serpientes, Idá y Pingalá, cuyo significado se encuentra en el símbolo del Águila de la Transmutación ; pero, además, acá nos recuerda permanentemente la necesidad de tener en cuenta que hay dos serpientes: la mala y la buena, ya no relacionadas con Idá y Pingalá, sino con la dualidad del YO. La serpiente buena es el símbolo de la Sabiduría , del hijo de Dios, del Cristo, por eso Jesús dijo: “Como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así conviene que sea levantado el hijo del hombre.”

La mala serpiente es la fuerza indómita de las pasiones y también, y en una forma especial, el conocimiento oculto mal empleado, usado para beneficio de la personalidad, en detrimento de la evolución y de los valores espirituales; y por tanto los Adeptos de la magia negra.

En la gráfica observamos que las dos serpientes se entrecruzan alrededor de una lanza. La lanza es la columna vertebral cuya empuñadura es el coxis, el hueso de la base de la columna. Allí está ubicado el Chacra básico o centro síquico en el cual yace dormida Kundalini, la energía fundamental de la materia. Kundalini es llamada en Oriente la “reina serpiente”, la cual está enroscada en forma potencial en todos los hombres no iluminados.


Cuando el Adepto recibe la tercera iniciación, adquiere el derecho de elevar a la serpiente dormida para que ascienda a lo largo del canal interior de la columna vertebral, el Shushuma; y cuando Kundalini, llega a la cima de su cabeza y sale por el brahmaranda, se derrama por el chacra coronario llenando la copa de la inmortalidad que tiene el agua de la vida.

Esa es la serpiente curadora que alzó Moisés en el desierto y que curaba, a todos los que la miraban, de las mordeduras de las serpientes de fuego que se arrastraban. La serpiente Kundalini es la fuerza regeneradora de todas las energías que el hombre pervierte por un uso inadecuado. El hombre debe matar la serpiente del Yo inferior con la espada del discernimiento pues, como dice Shankaracharia:

“ El tesoro de la bienaventuranza del Eterno está guardado por la temible serpiente del Yo inferior, muy poderosa, que envuelve al Yo; con tres fieras cabezas, las tres potencias de la naturaleza: materia, pasión y obscuridad; cortando estas tres cabezas con la espada del discernimiento, guiado por las divinas enseñanzas y destruyendo a la serpiente, el hombre sabio puede penetrar en ese tesoro proveedor de alegría. Mientras haya siquiera un rastro de veneno en el cuerpo, ¿ Cómo puede haber liberación de la enfermedad.? Exactamente del mismo modo, no existe liberación para aquel que busca la unión, mientras dure el Yo inferior.”

Recordemos que este poder central Kundalini pasa por los siete centros nervo-fluídicos que se han de iluminar; es pues necesario vivir los grados Iniciáticos, pues el simple hecho de recibir grados no constituye una prueba de evolución. Por consiguiente, existen siete estados importantes de acuerdo al orden de los chacras, así:


1. La empuñadura con las manos representa la comprensión. Corresponde al chacra básico, el plano Saturniano, símbolo de las pruebas físicas, de las luchas vitales de las leyes mortales..... que es el característico de los profanos y del Adepto que está todavía pegado a él.


2. La intersección de las dos serpientes en las colas: La entrada al sendero Iniciático corresponde al chacra pélvico; el Adepto llega a ser Hermano activo de la Fraternidad y es Júpiter (símbolo de la personalidad), quien lo caracteriza. Asume una posición, penetra en la Corona Eclesiástica ; el ingreso a la Fraternidad ha sido una decisión importante en su vida, se ha impuesto a su personalidad; esto corresponde a sí mismo a Saturno: es la muerte, sin embargo, es necesario vivir, y aún más, revivir (como el águila). Estos dos planetas se relacionan con el primer axioma: SABER.


3. El Cruzamiento en medio del círculo inferior: la participación en la construcción de un mundo mejor. Corresponde al chacra solar; es aquel donde se aprenden los misterios, las tentativas de transmutación, constituye la palabra QUERER y es el planeta Marte quien lo rige.


4. El centro del gran círculo: la Instrucción a la humanidad. Comprende el chacra cardíaco comandado por Venus, el símbolo del amor y que pertenece al axioma OSAR; se alcanza aquí la delimitación de las tinieblas y la luz, es precisa la obscuridad para hacer resaltar la claridad, la obscuridad es necesaria como substrato de la luz, el mal es el fundamento del bien (estudiar el Principio Universal de la Polaridad ).


Aquí se explica las obscuridades de la Biblia y el secreto de los Templos. Se actualiza entonces el dominio de los elementos, el Hermano está en el grado en el cual es imperativo instruirse (grado de Guía), se hace necesario un amor universal. La línea horizontal llamada Trono de Justicia, implica justamente el abandono de la personalidad y de la simpatía individual. A partir de esta línea se cumple la armonía celeste (zona de claridad) y para penetrarla es necesario un corazón puro y así el conocimiento es indispensable, en efecto, delimita lo material de lo espiritual, el control de las cualidades, la maestría de las ciencias.


5. El cruzamiento en medio del círculo superior: la organización Iniciática. El Hermano viene a inscribirse en el quinto centro, el chacra Laringeo, en la claridad, en la total comprensión, la palabra CALLAR. Ella hace comprender la necesidad de la educación espiritual bien dirigida, so pena de desastrosas consecuencias. Los Hermanos adquieren aquí todo el conocimiento de la importancia del secreto; es el centro dominado por Mercurio, símbolo de la palabra, lo que viene a confirmar la importancia de Saber lo que hay que decir, o Saber lo que hay que Callar .

6. La reunión de las dos cabezas: la realización espiritual. La realización espiritual no abarca las colectividades (muchos son los llamados y pocos los escogidos.) y los símbolos vivientes de este Centro son más que limitados. Las polaridades, se encuentran de nuevo, y esta vez no ya las dos colas como al principio, si no las dos cabezas de las serpientes, sitio de la inteligencia, de donde se escapa el fluido que eleva al Maestro al supremo estado, significa el equilibrio de las dos vías: razonadas e intuitivas; de los dos principios, objetivo y subjetivo; ciencia y filosofía. El Centro Frontal en donde el Guía llega al grado de Maestro e inicia el ascenso al mundo celeste.

7. La abertura superior: la reintegración (o Dirección Universal). Esta parte del simbolismo corresponde a la Montaña Elevada a la cual puede dársele relieve, pues lo que está representado en la gráfica, resulta en forma concreta para los Iniciados. En efecto este último centro como en el caso del primer centro que está ubicado en la parte inferior de la gráfica de la Corona Eclesiástica , están en una posición similar y ambos situados en la circunferencia, demuestran así la Universalidad de la Fraternidad : que es el verdadero grupo católico, pero entendido aquí en su sentido correcto.

8. En este símbolo, aquello que se ha denominado Corona Eclesiástica, constituye la F.H .D.C.J . misma, o cualquier otra organización Iniciática Crística; la parte inferior donde la mano sujeta la lanza corresponde al Adepto, en el círculo, en el punto de unión de las dos colas de las serpientes, el Adepto comienza verdaderamente el camino de la Iniciación y recibe el grado de Aprendiz de los Misterios, es el primer grado capitular de la Fraternidad. Son tres los Grados Capitulares a los que el Adepto debe aspirar inicialmente: Aprendiz de los Misterios, Guía Terrenal, Maestro Primer Grado; pero entre los grados capitulares hay diferentes gradaciones por las cuales el Adepto va ascendiendo dependiendo de su abnegación, estudio y trabajo.

En el punto de unión de las dos serpientes en el centro del círculo grande se manifiesta el grado de GUIA (chacra cardíaco o corazón) es el punto donde el Aprendiz llega de lo obscuro y pasa al Universo Luminoso; está nueva claridad en su existencia es la del conocimiento, la verdadera luz y el Guía es el Instructor auténtico de la humanidad. La zona inferior del círculo grande sombreada, separada por una línea horizontal (Trono de Justicia), aquí se alcanza la delimitación de las tinieblas y de la luz.

El tercer grado capitular (chacra Frontal) el del Maestro, es el de la representación sublime ubicado entre las cabezas de las dos serpientes; ocupa el punto de enlace de las dos cabezas, símbolo de la Chispa Divina , que surge de las dos grandes polaridades universales, se trata en efecto de una posición única, no puede haber sitial en este lugar para muchos.

Tanto en la parte sombreada como en la parte de claridad, la Cruz se ha formado por acción de los cuatro elementos, con el fin de recordar el principio universal: LO QUE ESTA ARRIBA ES COMO LO QUE ESTA ABAJO para que se cumpla el milagro de los mundos. Las grandes líneas medianas forman una X ( la Cruz de San Andrés), que es la letra griega KHI , la inicial de KONE (el oro), KRUSOS ( el crisol ) y de KRONOS ( el tiempo ), tres palabras griegas en la base de la Alquimia. Es la triple incógnita de la Gran Obra Hermética. Hay que observar que dos triángulos se han formado idénticamente; uno de ellos con la punta hacia arriba en la parte obscura: es la aspiración del mundo material hacia Dios; el otro es la parte clara con la punta hacia abajo: es el descenso espiritual en ayuda de una porción de la humanidad con el ideal anhelado. En la línea horizontal, como diámetro del círculo inferior, atravesado por la lanza y que constituye la base del triángulo cuya cima es el centro del gran círculo y al mismo tiempo la altura de una pirámide trunca (formada por ese diámetro y las líneas que continúan el triángulo), se hace patente el trabajo espiritual antes de ser cumplido y acabado en este plano físico (zona obscura).

Fijémonos, por último, por fuera del gran círculo más elevado y en la parte de la lanza, se encuentra una flor de lis estilizada, símbolo de un Mando Espiritual y que a su vez está situada por debajo de una esfera superior, símbolo de la Dirección Divina.

“Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón: y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera (Mateo, 11. 28-30). ”

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